miércoles, 17 de mayo de 2017

Cuatro hábitos

Han entrado cuatro monjas como cuatro abejas reina. Negras y blancas. Hiladas como una colmena. Tanto que he tenido que moverme para que ellas se posaran en el banco, en línea y serias. La de mi lado ha sacado del bolsillo de su vientre un reloj de plata con su cadenita. Ha guardado el tiempo a buen recaudo y ha seguido el momento de la paz con sus manos bajo la toca, saludando a las demás con tres golpes de cabeza. Tras la comunión han salido volando, como la cola de una cometa, dejando una estela negra que avisaba, con el movimiento de sus hábitos, que la vida es breve.