martes, 19 de agosto de 2014

La cafetera

La cafetera se ha enfadado como un gato. Y no es para menos:
1. La he puesto al fuego de noche, siendo ella alondra.
2. Pasada sólo por agua, humillada, ha tenido que soltar los restos de café que me escondía.
3. Ya hirviendo, la maldita ha echado chispas mientras el fuego amigo se ha envalentonado. 

La cosa ha quedado en tablas: la cafetera ya limpia; y yo avisada. 

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