jueves, 3 de enero de 2013

Said

El turco Said abre todos los días. Es mi vecino favorito. Siempre está al fondo de la tienda, detrás del mostrador. Aguacates, kikos, ciruelas, coca-cola light. Me perdona deudas. Se las pago todas. Me sonríe y le sonrío. Siempre lo saludo, lo busco con la mirada, le levanto la mano, me hace un gesto con la cabeza. Y así pasan los días.

Confieso que hace poco que intercambiamos nombres. No puede ser, pensé, que acabe el año y no sepa cómo se llama este buen hombre. Se extrañó ante mi pregunta directa. Me la devolvió. "Yo, Ana", le dije. Y me fui, contenta. Said se llama mi vecino favorito.

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