jueves, 3 de febrero de 2011

Juegos de agua

Escribir como lluvia, cadencia de palabras. Estuve parada delante de la presa, el agua se deslizaba serena. El viento cruzaba invisible, dejando restos de su paso: corrientes. Lo propio del agua es fluir, le sale de maravilla. A ratos no sabía decir hacia dónde iba. Apiadándose de mí, desde el otro lado, sacaba de sus profundidades una leve onda, me llamaba: "Eh, estoy aquí". "Sí, te veo", le constesté, mirando fijamente como flotaba esa nueva ola. Y sin avisar, cogía aire y se sumergía de nuevo. El agua dentro del agua. Quería jugar a ser mar.