sábado, 19 de abril de 2008

Voz infantil

Receleba de mirar hacia arriba sin altura, de dejar el cuerpo muerto y erguido, y la cabeza alta. No me gustaban, ni me gustan, las frases cortas y titubeantes que profeso. Mientras tanto la cabeza sigue dando vueltas en el circuito, a veces rápidas, a veces lentas. Los ojos abiertos y una sonrisa con vergüenza. Y alrededor razonamientos simples, inundados de sentido común. Llevo tiempo queriendo buscar otra voz, que escriba una mujer en lugar de una niña. Pero no creo que suceda. Me lo ha resuelto Ana María Matute. Ella dice en una entrevista que el hombre es lo que queda del niño. Así que es mejor que siga escribiendo la niña que soy, sobre todo porque sino nadie lo haria.

1 comentario:

Corina Dávalos dijo...

Que mire la niña, y le cuente lo que ve a la mujer que escribe. ¿Qué te parece esta propuesta?